Los jubilados y pensionados vienen perdiendo fuerte Ante la escalada de precios, los jubilados y pensionados les cuesta cada vez más cubrir los gastos del mes, sobre todo hacer frente a los medicamentos y la atención de su salud en general.
Según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), si se toma en cuenta la pérdida que tuvieron los jubilados frente a la inflación en diciembre y enero, y que el aumento de 27% de marzo no llegó a cubrir, el Gobierno debería darles un incremento del 25% en abril y sumar la inflación de febrero (13,2%), es decir un aumento del 41,5%, incluyendo el bono.
Si esto ocurriera, y las jubilaciones se ajustarán por inflación con un rezago de dos meses -como está previsto en los proyectos de ley-, quien cobra la mínima, incluido el bono, terminaría el año con un ingreso anual real prácticamente igual al del 2023. Y sin bono terminaría el año con una pérdida del 16% respecto al 2023. Es decir que muchos miles de jubilados terminarían con un séptimo año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo.
El informe sostiene, que “en el caso de un jubilado que no cobre bono, la pérdida anual va a ser del 24%. Claramente, un plus del 10% no compensa la pérdida de los primeros 3 meses del año, siendo mucho peor la dinámica relativa del jubilado que no cobra bonos”.
Con el aumento del 27,18% de marzo y el bono de hasta $ 70.000, las jubilaciones y pensiones de haberes mínimos están cobrando en total $ 204.445 brutos. El total se desglosa en $ 134.445 más $ 70.000.
En abril se aplicaría el 10% o el 20,6%, según las distintas iniciativas más el IPC de febrero, pero no se aclara en forma expresa si esos aumentos se aplicarán sobre los $ 134.445 o sobre los $ 204.445 brutos.
Los jubilados y pensionados con haberes superiores a $ 204.445 percibirán antes de fin de mes el aumento del 27,18% y no cobrarán ningún bono.