Los cambios en el Registro de la Propiedad Automotor se pusieron en el centro del debate desde la llegada a la presidencia de Javier Milei.
En su DNU los mencionó como uno de los temas a tratar con urgencia, con el objetivo de reducir los costos para los titulares de un vehículo y terminar con la burocracia que rodea a la inscripción o transferencia de un auto.
En ese mismo contexto, fue la diputada nacional Patricia Vázquez, de la línea de Patricia Bullrich, quien presentó un proyecto para la eliminación definitiva de los registros, y puso más en claro el sistema de beneficencias que genera esta administración, un verdadero negocio para unos pocos, lo que llama “una caja política”.
Finalmente, llegó la orden de cerrar el 40% de las adminitraciones que hace dos años estaban intervenidas, de un total de 1.558 que funcionan en todo el país, con lo cual empiezan a tomar forma los proyectos que tanto se anunciaron hace 5 meses. Sin embargo, todavía falta ejecutar varias partes del plan.
Las medidas que cambian los Registro de la Propiedad Automotor
Como primer paso para empezar a quitar poder a los registros, el Gobierno anunció que se elimina la cédula azul y la fecha de vencimiento de la cédula verde. Esto quiere decir que cualquier persona podrá manejar un auto aunque no sea el titular, siendo que, hasta ahora, solo lo podía hacer el dueño con la cédula verde vencida (tiene un año de validez) o con cédula azul para el resto de los conductores.
Un dato importante: si bien la medida se anunció como un hecho desde el Gobierno, desde la Comisión Nacional de Seguridad Vial se aclaró que la norma aún no está en práctica, por lo cual, por ahora, sigue siendo obligatoria la cédula azul, ya que la verde tiene vencimiento, también por el momento.
Los cambios en el Registro del Automotor permitirán ahorrar costos.
También se determinó la eliminación del Formulario CETA, lo cual sí está vigente. Es un certificado que pide la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que debía presentarse al momento de realizar la transferencia de automotores y motos usados radicados en el país con un valor superior a cierto monto.
Por otro lado, con el cierre del 40% de los registros, que son 620 dependencias, también se establecieron otras medidas de gran importancia. El personal de la Dirección de Registro Automotor se achicó en un 30%, personas que serán compensadas con jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios.
Los cambios que faltan en los registros y cuánto se ahorrará
Entre las medidas que fueron anunciadas, pero todavía no están en marcha, se encuentran la conversión de los legajos físicos a digitales, formando un Registro Nacional del Automotor único, simple, digital y accesible. El servicio de inscripción será remoto, abierto y accesible y estandarizado.
También está en proceso bajar el impuesto de sellos y la patente, para que los gastos se achiquen un 70 por ciento.
Por ejemplo, en el caso del patentamiento de un 0Km, también llamado inscripción, varía según sea un auto importado (2% del valor total) o de producción nacional o Mercosur (1,5% del valor total). Es decir, un modelo de los más económicos, que sale $18.000.000, hoy se pagan $360.000 de patentamiento y $900.000 al año de patente. En una transferencia, por un auto usado de $8.000.000, que es un modelo con más de 10 años de antigüedad, se pagan 440.000 pesos. La idea es achicar los gastos.
Otro cambio: se eliminará el régimen que impone el monopolio de la Casa de la Moneda, a la que hay que comprarle los insumos para los formularios, con el fin de que bajen los precios, y se digitalizará la verificación policial.
Según explicó a iProfesional Patricia Vázquez, la diputada que trabaja en el tema, las medidas ejecutadas hasta ahora son buenas, pero no son suficientes. “Hay que eliminar el sistema, esto es achicarlo. La burocracia sigue existiendo, pero el ciudadano tendría que seguir pagando un arancel en función de lo que vende y tendrá que stener varias patentes, pagando varios formularios aunque sacaron el Ceta”, comentó.
“Esto es contundente: o cambiar el sistema y poner una plataforma digital, total y absolutamente sólida con todos los datos que se necesitan, lo cual requiere de un buen tiempo; o si no, tener el sistema que es a medias digital en cantidad de registros”, agregó Vázquez.
Fuente: Iprofesional.com