En las redes sociales se encuentra información inexacta sobre el cambio climático por lo cual los expertos lo consideran un problema, ya que si la gente cree estas mentiras se podrían retrasar las acciones para combatir el cambio climático.
En internet se suele encontrar afirmaciones falsas que se repiten con frecuencia y entre ellas se hallan cinco:
“El cambio climático no es real”: la evidencia científica dice algo diferente. La temperatura global promedio en la Tierra ha aumentado 1,1°C desde finales del siglo XIX y los científicos lo vinculan de manera concluyente con la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) que libera gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Estos gases, como el dióxido de carbono o el metano, retienen una cantidad adicional de energía en la atmósfera terrestre y calientan el planeta.
El calentamiento global ya está teniendo consecuencias: los océanos se están calentando y el nivel del mar está aumentando, especies están desapareciendo y el suministro de alimentos está en riesgo. Además, son más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor.
“Los cambios actuales en el clima son naturales”
Esta afirmación la hacen a menudo usuarios de las redes sociales que cuestionan el papel del ser humano en el cambio climático.
Para respaldarla suelen decir que, en la historia ha habido múltiples ciclos de calentamiento y enfriamiento.
La existencia de esos ciclos está bien documentada, pero fueron impulsados principalmente por causas naturales, como cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Y los científicos han demostrado de manera concluyente que, sin los humanos quemando combustibles fósiles, la actual tendencia al calentamiento no habría tenido lugar y afirman que, con base en los acuerdos climáticos actuales, los aumentos de temperatura pueden llegar a 2,5°C a finales de siglo.
“El cambio climático no es nuestro problema”
Esta es otra afirmación común entre los usuarios de redes sociales en países en desarrollo, quienes a veces describen el cambio climático como un “problema occidental” con poca relevancia para su vida cotidiana.
Los países prósperos -como Estados Unidos, Reino Unido, China o la Unión Europea- han sido, de hecho, responsables de la mayoría de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero que están impulsando el calentamiento global.
El cambio climático no conoce fronteras y sus consecuencias ya se están sintiendo en todo el mundo, especialmente en los países de bajos ingresos, muchos de los cuales carecen de recursos para prepararse adecuadamente.
“El cambio climático es un problema global, pero con impactos desiguales”, afirma Farhana Sultana, de la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos. Asegura que “afecta desproporcionadamente a las comunidades de los países en desarrollo que menos contribuyeron a crear el problema”.
“El nivel del mar no está subiendo”
Esta expresión sugiere falsamente que los niveles del mar “siguen siendo los mismos” a pesar del calentamiento global.
A medida que el planeta se calienta, el hielo atrapado en glaciares y capas de hielo ha comenzado a derretirse, aumentando la cantidad total de agua en el océano.
Además de eso, el agua se expande al calentarse y la NASA asegura que los océanos ya han absorbido el 90% del calentamiento del planeta. Así, a medida que las temperaturas aumentaban, los océanos también se expandieron.
Se estima que en los últimos 100 años el nivel global del mar ya ha aumentado entre 160 y 210 mm.
Este proceso acelera la erosión costera y facilita las inundaciones.
Los científicos plantean que, si no se toman medidas rápidas, el nivel del mar podría aumentar hasta 2 metros para finales de 2100.
Esto significa que millones de personas que actualmente viven en áreas costeras pronto podrían ver sus zonas inundadas o incluso bajo el agua.
“El cambio climático nos beneficia”
La ONU estima que, si la temperatura global promedio aumentara 1,5°C para finales de siglo, el cambio climático podría costarle al mundo US$54 billones.
Los países de Medio Oriente podrían ver cómo las tierras agrícolas se convierten en desiertos. Las naciones insulares del Pacífico podrían desaparecer bajo el aumento del nivel del mar. Y los estados africanos podrían verse afectados por la escasez de alimentos.
E incluso en países más fríos, como Rusia, los incendios forestales son cada vez más frecuentes a medida que el clima se vuelve más cálido y seco.
En estos últimos tiempos, se han observado muchos eventos extremos en todo el mundo como olas de calor en América del Norte, Europa y China en julio de 2023. También se están produciendo inundaciones más frecuentes e intensas en todo el mundo.
Todos estos desastres causan catastróficas pérdidas económicas y de vidas humanas.