Si la historia del rock está poblada de leyendas, Keith Richards es el protagonista de su propia mitología. Sobre él se ha dicho de todo: que hizo un pacto con el demonio, que pasó por una operación en Suiza para reemplazar su sangre por otra que no mostrara señales de abuso de drogas o, incluso, que aspiró una mezcla de cocaína con las cenizas de su padre. Rumores, indudablemente, pero que dejan una huella en la imagen que el mundo se hace del guitarrista de The Rolling Stones. Como si en un solo cuerpo (de 71 años) convivieran el hombre, la caricatura y el monstruo.
La vida de Richards, en consecuencia, parece un entramado de verdad y delirio. Separar la ficción de los hechos, sin perder de vista los horizontes de su talento e influencia, no es una labor sencilla. Y, sin embargo, hay quien está dispuesto a hacer el papel de Fausto en esta alianza con el demonio. Su nombre es Morgan Neville.
A lo largo de su carrera como cineasta, Neville ha rodado documentales sobre temas culturales, como lo pueden ser el arte moderno o la rivalidad intelectual entre los escritores Gore Vidal y William F. Buckley. Pero se lo conoce, sobre todo, por sus trabajos sobre intérpretes de la música popular. Hace un año su documental “20 Feet from Stardom”, que se centra en las historias de los coristas que trabajan con las grandes estrellas de rock, le mereció el Premio Óscar a Mejor Documental.
Con “Keith Richards: Under the Influence”, Neville vuelve a poner el rock en el centro de su trabajo. Por lo que refiere al protagonista, podemos inferir de sus declaraciones que le sobraron motivos para escogerlo.
“Si existe un monte Rushmore del Rock n’ Roll, seguramente el rostro de Keith está allí –ha dicho Neville–. Siempre ha representado el espíritu de la música rock, por toda la luz y las sombras oscuras que implica”. Una vez más, la leyenda amenaza con imponerse sobre la realidad. Pero el director agrega enseguida: “Para alivio mío, Keith Richards resultó ser un hombre real, lleno de humor, conocimientos y sabiduría”. Es por ese hombre de carne y hueso, sostiene, que han trabajado tan duro: para captarlo plenamente en el documental.
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Fuente: http://elcomercio.pe/
