“El Descubrimiento de Europa” es un libro que cambia nociones

Su autor, el historiador sevillano Esteban Mira Caballos, pasó tres décadas investigando una especie de historia a la inversa: la vida poco conocida de los primeros indígenas que arribaron a Europa desde 1493.

Es un libro detallista, con muchas fuentes y revelaciones sorprendentes, como el papel que reclamaron los indígenas en la colonización.

El libro genera debate porque cuenta cosas que se conocían a nivel académico, pero no en la calle.

La gente piensa que España conquistó, colonizó y administró América, pero el 95% de los conquistadores eran indígenas.

En la historia siempre interviene la ideología y en esto hay tres posiciones: negrolegendarios, rosalegendarios y los historiadores.

Los negrolegendarios acusan a España de genocida y de ese argumento no se mueven.

Mira Cebalos cuenta que ha trabajado muchos años en República Dominicana, Cuba, Puerto Rico, México y Perú. Y conoce bien el horror de lo que cometieron los españoles, auténticas matanzas como en la Antillas. Eso no se puede negar. Nadie los llamó para ir allí para civilizar ni salvar a nadie.

Hay una polarización muy grande. A los negrolegendarios no les puedes contar más que sobre el genocidio, pero también están los rosalegendarios, que creen que España fue la mejor, la salvadora de los salvajes.

El mismo discurso con que se justificaban en el siglo XVI lo repiten los rosalegendarios en el siglo XXI: eso de que fuimos salvadores, magníficos, maravillosos y que lo contrario es todo leyenda negra.

En el medio están los historiadores, que cuentan las cosas en base a documentos y razonamientos históricos.

Mira Ceballos, dice que “los de Vox (partido español de extrema derecha) me ponen de vuelta y media, acusándome de masón comunista o ruso putineano. Los indigenistas también me critican.

Claro que existió la esclavitud y en Cuba se mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX, pero tampoco hay que verlo como un punto oscuro para la historia de España, ni un mérito ni un demérito. Las cosas fueron como fueron y ya está.

Había eurocentrismo y desde el Viejo Continente se consideraba a las civilizaciones indígenas como bárbaras, pero no se les puede pedir que pensaran como un trabajador de la ONU en el siglo XXI.

Ni siquiera el padre Bartolomé de las Casas, fiel defensor del trato a los indígenas, se planteó la posibilidad de que estos pudieran vivir en su idolatría y fuera del evangelio.

De las Casas lo que plantea es que la evangelización debe ser por medios pacíficos y en eso hay que reconocerle que fue pionero”.

El gran propósito de su libro es expresar lo mucho que se sabe de los indígenas que se quedaron en América, pero no de los que fueron a Europa.

España descubrió América el 12 de octubre de 1492, pero pocos meses después, en el viaje de regreso de Cristóbal Colón, ya estaban llegando americanos a Europa y descubriéndola.

En 1493 llegan los primeros indígenas y se produce un gran flujo de personas, mercancías, ideas, productos, enfermedades.

La cepa de la sífilis llegó a España desde América cambiando hábitos de vida. Pero también llegaron plantas medicinales para combatirla que se administraron en Sevilla desde 1520.

En los primeros años muchos indígenas llegaron a España como esclavos y Sevilla se convierte en un gran foco de comercio de esclavos. Muchos fueron marcados para registrar su propiedad.

La reina Isabel la Católica se opuso a la esclavización de sus nuevos vasallos. Prohíbe la esclavitud con las excepciones de los indígenas caníbales y los capturados en guerra justa. Y en 1530 se prohíbe la esclavitud entera, pero la Corona da marcha atrás por las rebeliones indígenas. Los españoles la convencen de que no pueden hacer frente a esas rebeliones si no capturan a indígenas que luego sirvan de esclavos.

Abolir la esclavitud se volvió difícil por los alzamientos y porque otros hacían pasar indígenas pacíficos por rebeldes para justificar la esclavitud a través de la guerra justa. No era una política de Estado, sino acciones individuales.

Es verdad que Colón empieza y pretende plantear un tráfico indígena de los naturales de América a España y, si le hubieran dejado, América se habría convertido en un gran reservorio de esclavos para Europa.

Aunque también es cierto que Colón estuvo presionado por las circunstancias. La Corona quería rédito, ver si su empresa era rentable. La factoría colombina corría el riesgo de quebrar. Colón se veía obligado continuamente a tratar de justificar la rentabilidad y viabilidad de su proyecto.

Se da cuenta de que no había tanto oro y se plantea, para convencer a la Corona de que aquello era rentable, de que se podían llevar miles de esclavos y venderlos en los mercados europeos.

El historiador no piensa que Colón fuese un santo o un demonio, sino también un personaje de su tiempo que efectivamente inicia el tráfico de esclavos de América a Europa.

En cuanto al aporte de los indígenas al contexto sociocultural de Europa, dice que en Europa y en España se desconoce la influencia brutal de América desde el comienzo.

Primero, genéticamente, porque, aunque a muchos indígenas les permitieron regresar, el 90% de los que llegaron se quedó, entre otras cosas porque muchos vinieron muy chicos a la península ibérica y no conocían otra realidad.

Muchos se integraron. Luego también llegaron miles de mestizos.

Culturalmente,  un porcentaje muy alto de las palabras del castellano procede de los distintos idiomas indígenas.

A nivel gastronómico, dos de los grandes platos españoles, el gazpacho y la tortilla española, tienen ingredientes protagonistas totalmente americanos. El gazpacho se hace a base de tomate, que es una planta americana. La tortilla de patatas se hace con un tubérculo peruano.

Muchas veces no somos conscientes de que gran parte de nuestra cultura tradicional, nuestra gastronomía y costumbres, proceden del mundo indígena.

También sorprende la cantidad de obras de arte que llegan de América desde muy temprano. El flujo fue verdaderamente impresionante.

El libro también rompe con el estereotipo de que los indígenas que llagaban a Europa eran ingenuos ya que para nada fue así. Como indígenas contaban con beneficios que no tenían otras minorías y se organizaron entre ellos en cada pueblo para defender sus derechos.

y acaban entendiendo muy bien sus privilegios y todos los resortes judiciales y penales de España.

Una cosa importante: los indígenas jamás cuestionaron la esclavitud, ellos cuestionan su esclavitud como personas declaradas libres por la Corona de Castilla, pero no la esclavitud de los negros, de los africanos. Así era la mentalidad de la época.

Con respecto a cómo fue la vida de los humildes que conseguían su libertad, el libro habrá de que algunos eran sastres, zapateros, agricultores. Esos, cuando se liberan, tienen más posibilidades.

Muchos otros no, y cuando los liberan, siguen trabajando en servidumbre, como criados.

En año 1653 había tantos indígenas vagabundos en España que se dio una real orden para que se recogiesen a todos y se devolviesen a América.

Hay muchas diferencias en cómo les fue. Los nobles, por ejemplo, eran pensionados por la Corona.

Es importante destacar que los indígenas siempre fueron recibidos por el rey.