Europa se derrite en un verano con altísimas temperaturas

Un calor extremo está golpeando varias regiones del hemisferio norte del planeta en un verano boreal que ya es récord por sus altas temperaturas.

En Sicilia (Italia) se registraron durante esta semana 46.3 grados centígrados y 45.8 en Riesi. En España el termómetro también llegó a los 45.3 grados en Figueres (Cataluña) y 43.3 en Granada, Andalucía.

China, no fue la excepción, ya que registró la mayor temperatura desde que hay datos sistematizados con 52 grados en Sinkiang, en el noreste de ese país asiático, al igual que diferentes regiones de los Estados Unidos.

Según los expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), lo que está sucediendo era esperable después de que la Tierra atravesara el mes de junio más caliente desde que hay registros sistematizados, una tendencia que se viene consolidando en julio, según todos los pronósticos preliminares.

Los impactos de este clima extremo repercuten en la salud de las personas y de los ecosistemas, así como en la economía, la agricultura, la provisión de energía y el suministro de agua, cada vez más tensionado por el calor. Y multiplica las temporadas de incendios forestales, tal como está ocurriendo en Canadá y en algunos países de Europa como Francia, España y Grecia.

El comunicado difundido esta semana desde la Organización Meteorológica Mundial, que monitorea de cerca los valores diarios y los promedios generales, explica que “actualmente, se está produciendo un fenómeno de ola de calor simultáneo, con temperaturas en América del Norte, partes de Asia y en el norte de África y el Mediterráneo por encima de los 40 °C durante un número prolongado de días esta semana. Este tipo de eventos son muy preocupantes y se han multiplicado por seis desde la década de 1980”,

Al fenómeno del calentamiento global generado por las emisiones contaminantes de actividades humanas (transporte, residuos, entre otros.) se suma, de forma coyuntural, el fenómeno de El Niño, que amplifica la ocurrencia e intensidad de los eventos de calor extremo, con serios riesgos sobre la salud humana.

Sin lugar a dudas, el calor extremo es una grave amenaza para la salud humana. Según un estudio difundido por la organización meteorológica mundial, se estima que el verano pasado solo en Europa murieron unas 60 mil personas por efecto del calor extremo. Desde el organismo están intensificando los esfuerzos para fortalecer las alertas tempranas de calor y la salud y los planes de acción integrados para las olas de calor, que se encuentran entre los peligros naturales más mortales.

Ante esto, es clave mejorar las estrategias de respuesta y los planes de comunicación que sirvan para dirigirse tanto a la población en general como a los grupos más vulnerables, como los adultos mayores o los trabajadores externos, las mujeres embarazadas y las poblaciones desplazadas y marginadas.

Por eso la Organización Meteorológica Mundial, a través de la iniciativa “Alertas Tempranas para Todos”, está fortaleciendo la capacidad de los países para desarrollar y desplegar alertas basadas en impactos.