La construcción es uno de los sectores donde más crecieron el desempleo y las suspensiones

El Gobierno frenó más de 2.000 obras públicas y se agrava el desempleo en la construcción La Cámara de la Construcción (CAMARCO) viene alertando que de seguir por este camino los despidos en el sector podrían llegar a los 200 mil.

A fines de 2023 había 2.417 obras en ejecución con recursos nacionales mientras que en febrero pasado esa cifra bajó a apenas 300 proyectos. Es una caída del 87,6%, según figura en el Banco de Proyectos de Inversión Pública.

El Gobierno Nacional priorizó terminar con obras estratégicas vinculadas con la seguridad vial, cárceles y el control de inundaciones.

Según detalló el Ministerio de Economía, Luis Caputo, en febrero los gastos de capital ascendieron a $80.579,1 millones. En enero, $77.104,7 millones. Por lo tanto, en lo que va del año estas erogaciones sumaron $157.683,8 millones. Es decir, un 34,8% menos en términos nominales comparado con el mismo período de 2023. En términos reales, la caída supera el 80%.

Las autoridades de la Cámara de la Construcción alertaron sobre una “crisis extrema” que podría derivar en “la destrucción del entramado productivo y en más de 200.000 despidos”.

Pese al freno en la obra pública, la semana pasada la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa) abrió los sobres para licitar el último tramo de la reversión del Gasoducto del Norte, el proyecto de infraestructura más importante del año.

Cumpliría la función de cambiar el flujo del gas y reemplazar las importaciones de Bolivia por la producción en Vaca Muerta, motivo que el Gobierno consideró lo suficientemente “estratégico” para que el avance del pliego no se detenga.

La ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner es otra de las obras públicas importantes. La última información oficial al respecto es de octubre del año pasado, cuando la Secretaría de Energía anunció que aprobaba la licitación para la compra de caños del tramo II, que conecta a la ciudad de Salliqueló, al sur de la provincia de Buenos Aires, con la de San Jerónimo, en Santa Fe.

En paralelo al ajuste del gasto en ese rubro, las transferencias corrientes también sufrieron el efecto de la “motosierra”. Cayeron 19,9% en términos reales durante los dos primeros meses del año. En este sentido, el Potenciar Trabajo representó la fuente de mayor recorte con 69,8% en términos reales. Al mismo tiempo, los subsidios energéticos y al transporte cayeron 60,1% y 42,1% respectivamente.