La movilidad jubilatoria por inflación puede resultar tanto o más perjudicial que la fórmula actual

Sin una recomposición previa de los haberes, la movilidad jubilatoria por inflación puede resultar tanto o más perjudicial que la fórmula actual. La impulsan quienes son co-responsables del desastre en que han caído los haberes y demás prestaciones sociales.

La fórmula de movilidad jubilatoria se aplica según la evolución de los salarios y de la recaudación con destino a la seguridad social con un retraso de tres meses. Por ejemplo, en marzo, la movilidad tomará en cuentas esas variables del período octubre, noviembre y diciembre, meses de altísima inflación, pero que seguramente serán inferiores a los de enero, febrero y marzo 2024.

Por lo cual, al aplicarse en marzo el próximo aumento por movilidad, el porcentaje será muy inferior a la inflación del primer trimestre del año, con lo que las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales volverán a sufrir una fuerte caída del poder adquisitivo.

La inflación estimativa se ubicaría en los 25% en enero, 19/20% en febrero y otro tanto en marzo.

Para evitar que las jubilaciones suban por encima del incremento de los precios y tengan al menos una mínima recuperación, desde el gobierno nacional y sectores de la oposición plantean modificar la actual fórmula por otra que contemple la inflación lo que plantea otro problema que es el empalme entre una y otra fórmula.

Los cambios en la movilidad arrancan con una clara pérdida inicial de los haberes.