Alerta en la salud mental adolescente: aumentan las consultas por ansiedad y depresión

En el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, las consultas por cuadros depresivos en adolescentes crecieron un 30% en el último año. La tendencia preocupa a los especialistas, quienes advierten que los síntomas en jóvenes muchas veces se expresan de forma diferente a la de los adultos, lo que lleva a subestimar el problema.

Mientras que en los adultos la depresión suele asociarse con tristeza o pérdida de interés, en niños y adolescentes puede presentarse como irritabilidad, aislamiento social, cambios en los hábitos de sueño o alimentación, baja en el rendimiento escolar e incluso conductas que buscan castigos, confundidas muchas veces con “mal comportamiento”.

Desde el Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas, explicaron que esta situación se agravó en los últimos años, especialmente como secuela de la pandemia. “Muchos niños pasaron su etapa de socialización más importante, como el ingreso al jardín o la primaria, en aislamiento. Hoy vemos las consecuencias”, sostuvieron.

La situación no es exclusiva del país. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete adolescentes en el mundo atraviesa algún tipo de trastorno mental. En el grupo etario de 15 a 29 años, el suicidio ya representa la tercera causa de muerte a nivel global.

Factores como la violencia familiar, el acoso escolar (presencial o digital), la presión social, y los conflictos económicos, son algunos de los elementos que pueden disparar estos cuadros. Además, el uso constante de redes sociales, y la búsqueda de aprobación digital, también está relacionado con el incremento de la ansiedad y la depresión.

La psiquiatra infanto-juvenil Silvia Ongini, del Hospital de Clínicas, remarcó la importancia de derribar el estigma que aún existe en torno a la salud mental: “Es esencial que familias y escuelas estén atentas a los cambios de conducta. Intervenir a tiempo puede marcar la diferencia”.

La especialista insistió en que los adolescentes deben contar con un entorno emocionalmente seguro para expresarse sin miedo a ser juzgados. “Es natural que haya cambios emocionales en la adolescencia, pero si el malestar se vuelve constante o inmanejable, es importante consultar con un profesional”, concluyó.

La salud mental adolescente es hoy uno de los grandes desafíos sanitarios a nivel global. Detectar los síntomas a tiempo, acompañar sin prejuicios y promover espacios de contención se vuelve urgente para proteger el bienestar de las próximas generaciones.


Fuente: Infobae.com