David Damia, tiene 31 años, es ingeniero electromecánico y desde 2022 trabaja en las compañías automotrices más prestigiosa del mundo como Lamborghini en Italia; en la actualidad se desempeña en Maserati, desarrollando modelos de vanguardia en el mercado.
A mediados del año 2022, Damia decidió emigrar y cuenta a La Voz de San Justo que: “estaba trabajando para la Transportadora de Gas del Norte (TGN) en La Carlota; un trabajo en el que estaba cómodo, me iba bien”, relató David, que se considera de ese grupo de gente que persigue sus sueños y cree profundamente en la vocación. Un día, la empresa le propuso un nuevo desafío, pero éste implicaba su traslado a Loma de la Lata, en el centro de Neuquén, para poner en marcha una planta de gas. “No me interesaba, no era algo que estaba dispuesto a hacer”. Entonces, “hablando con un argentino (Franco Morsino) que trabaja en Pagani Automobili y con un amigo de San Francisco (Gonzalo Velázquez) que escribió el libro ‘Vendo todo, me voy a la mierda’, empecé a elaborar la idea de irme y en menos de un mes me compré un pasaje de avión y envié el telegrama de renuncia”.
David Damia ya radicado en la ciudad de Módena, comenzó a trabajar en Maserati, otra gigante de la industria europea a la cual llegó a través de una consultora. “Aquí, la mayoría de las automotrices trabajan con agentes de consultoría de ingeniería. De hecho, en Maserati éramos varios los ingenieros de distintas empresas consultoras en diferentes proyectos”, indicó el sanfrancisqueño al medio local.
A poco menos de dos años de su decisión, Damia está a horas de iniciar otro desafío para su carrera, la planta de Lamborghini en Santagata Bolognese será el lugar físico del nuevo trabajo.
En esta automotriz, estará en contacto con “las personas que hacen los test en pista y con quienes desarrollan los softwares. Básicamente, voy a tener que conectarme al auto, descargar todos los DTC (Diagnostic Trouble Code), que es un código de diagnóstico de error, ver si el software que está en ese auto tiene algún error, o sea, encontrarle los problemas para solucionarlos”, explicó David
“Esto es lo que vine a buscar. Llegar a Lamborghini es como cumplir el sueño del pibe, pero voy a seguir buscando, soy inquieto y mi deseo es llegar a la Fórmula Uno (F1)”, confesó Damia su aspiración a la categoría máxima del automovilismo.
Y sostuvo, que “lo mejor de la industria automotriz se encuentra en Europa y en Estados Unidos. En Italia, Francia, Inglaterra y Alemania se concentran los polos automotrices más importantes”.
Por último, instó a los jóvenes a continuar capacitándose, a estudiar inglés, pero también, la lengua del país donde trabajen porque allí valoran las ganas de hacer y de aprender. Siempre se elegirán al más proactivos.
Sin dudas, la historia de David Damia es tan motivadora como el camino que construyó para cumplir su sueño. Es una inspiración para todo aquel que se propone una profesión y logra vivir de ella.