Un reciente análisis publicado por The Telegraph, basado en estudios de la Royal Society y la Universidad de Milán, reveló que incorporar microejercicios diarios a lo largo de la jornada puede ofrecer los mismos beneficios que una caminata continua de 20 minutos. Estas rutinas breves aumentan el consumo de oxígeno y el gasto metabólico, fortalecen músculos y mejoran la salud cardiovascular, convirtiéndose en una alternativa eficaz para quienes buscan mantenerse activos sin necesidad de largas sesiones de entrenamiento.

Los especialistas destacan que la clave está en la constancia: pequeños descansos activos durante el día resultan más accesibles y sostenibles que entrenamientos extensos. Además, pueden realizarse en cualquier lugar, sin equipamiento, en intervalos que van desde los 30 segundos hasta los 2 minutos.
Entre los ejercicios sugeridos se encuentran: sentadillas en silla, flexiones de pared, marchas en el lugar, elevaciones de talón, elevaciones laterales de piernas, círculos con los brazos, elevaciones de rodillas sentado, giros de torso sentado, estiramientos de pantorrilla y equilibrio sobre un pie. Todos ellos trabajan distintos grupos musculares y contribuyen a mejorar la movilidad, la fuerza y el equilibrio, previniendo lesiones y caídas.
Aquí te compartimos 10 ejercicios simples que podés hacer en tu casa, al aire libre o incluso en la oficina:
- Caminata ligera: activa la circulación y ayuda a despejar la mente.
- Sentadillas: fortalecen piernas y glúteos, mejorando la postura.
- Plancha abdominal: trabaja el core y aporta estabilidad a la columna.
- Flexiones de brazos: desarrollan la fuerza del tren superior.
- Estiramientos suaves: reducen la rigidez muscular y previenen lesiones.
- Saltos en el lugar: elevan el ritmo cardíaco y mejoran la resistencia.
- Elevación de talones: fortalecen los gemelos y mejoran el equilibrio.
- Respiración profunda: oxigena el cuerpo y reduce el estrés.
- Rotaciones articulares: aumentan la movilidad y evitan contracturas.
- Relajación final: unos minutos de calma para cerrar el día con energía positiva.
La constancia es la clave: no se trata de la intensidad sino de la regularidad. Practicar estos ejercicios diariamente favorece la salud cardiovascular, fortalece los músculos y aporta bienestar general.
La entrenadora británica Lucie Cowan explicó que estas pausas activas elevan la frecuencia cardíaca y queman calorías sin la logística que demandan las rutinas tradicionales. Por su parte, los investigadores remarcaron que estos ejercicios son especialmente útiles para contrarrestar los efectos del sedentarismo en personas que pasan muchas horas sentadas.
Con este enfoque, cualquier persona puede optimizar su tiempo y energía, reemplazando momentos sedentarios por breves movimientos que no solo mejoran la condición física, sino que también aportan bienestar general y mayor vitalidad en la vida cotidiana.
Fuente: Infobae.com





