El músico rende homenaje a su padre, Ariel Ramírez, pero también a otros maestros como Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, Alberto Ginastera, Horacio Salgán, Carlos Guastavino y Eduardo Lagos. Tomar obras de ellos es una forma de reivindicar la música instrumental argentina, que además tiene en carpeta grabar 100 Ramírez, disco basado en piezas emblemáticas del autor de “Alfonsina y el mar” compartidas con otros artistas.
“Nada más difícil que explicar la música con palabras, es una tarea casi imposible”. Facundo Ramírez apunta y acierta en su definición sobre el arte de las musas. Hay que tocarla, escucharla y sentirla. Es precisamente lo que el hijo del maestro Ariel propone a partir de recorrer la obra de grandes compositores argentinos a través de planos sonoros que trabajó en formato guitarra-bajo-percusión. Lo acompañan en la guitarra Leo Andersen, en el bajo Lucas Rosen y en la percusión Ulises Lescano.
Música instrumental de la mejor.

