En el marco del movimiento global Plastic Free July, cada rincón del hogar puede convertirse en una oportunidad para cuidar el planeta. Desde la cocina hasta el baño, reducir el uso de plásticos de un solo uso no solo es posible, sino más simple de lo que parece.

El primer paso es observar: ¿Dónde se esconde el plástico en casa? No se trata solo de bolsas y botellas. Esponjas, envoltorios, cosméticos, utensilios y envases muchas veces pasan desapercibidos. Por eso, se recomienda hacer una pequeña auditoría doméstica y comenzar a reemplazar por alternativas reutilizables, reciclables o compostables.
Cocina sustentable:
- Film y bolsas → por envoltorios de cera de abeja o telas enceradas.
- Tuppers de plástico → por recipientes de vidrio, cerámica o acero inoxidable.
- Botellas y sachets → por envases retornables o filtros de agua.
- Esponjas sintéticas → por cepillos vegetales o compostables.
- Utensilios → por opciones de madera o bambú.
Baño libre de plástico:
- Shampoo y acondicionador en barra.
- Cepillos de dientes de bambú.
- Afeitadoras metálicas con repuestos.
- Algodones reutilizables.
- Pastas dentales en frascos de vidrio o tabletas.

Otro cambio importante está en las compras a granel. Llevar envases propios y bolsas de tela a dietéticas o ferias ayuda a evitar envases innecesarios y a reducir gastos.
Además, se puede crear una estación de reciclaje en casa, separando residuos secos y entregándolos a puntos verdes o cooperativas locales.
Cada pequeño paso cuenta. Este mes, sumate al desafío #PlasticFreeJuly y hacé de tu hogar un espacio más consciente y sustentable.