Después de cuatro décadas en cautiverio en el exzoológico de Mendoza, Kenya, la última elefanta que vivía en zoológicos en Argentina, inició un viaje histórico hacia el Santuario Global de Elefantes en Brasil, donde finalmente podrá vivir en condiciones de semilibertad, rodeada de naturaleza y con cuidados especializados.

Su traslado no solo representa una nueva etapa para ella, sino también el cierre de una era en el país: ya no quedan elefantes en cautiverio en Argentina. El operativo fue cuidadosamente planificado e incluye una estructura de hierro especialmente diseñada, monitoreo constante con cámaras internas, calefacción, alimentación balanceada y un equipo de veterinarios y especialistas que la acompañan en todo momento. El recorrido supera los 4.000 kilómetros hasta el estado de Mato Grosso, donde la espera un entorno más amigable con su especie.
Kenya llegó a nuestro país en 1984 desde Alemania, siendo apenas una cría separada de su madre. Pasó la mayor parte de su vida en soledad, pero ahora comienza un nuevo capítulo gracias al trabajo conjunto de organizaciones, activistas y autoridades que durante siete años trabajaron para que este día fuera posible. Su liberación se sigue en tiempo real bajo el hashtag #VamosKenya, símbolo de un avance clave en el bienestar animal en Argentina.