La reforma impulsada por el Gobierno propone cambios sustanciales en vacaciones, indemnizaciones, modalidades laborales y horas extras. Sindicatos advierten retroceso en derechos adquiridos.

En medio del proceso de transformación económica tras la aprobación de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, el gobierno nacional avanza con una profunda reforma laboral que ya genera intensos debates entre trabajadores, sindicatos y empleadores.
El proyecto, presentado en la Cámara de Diputados por la legisladora Romina Diez junto a otros 14 diputados del bloque oficialista —entre ellos José Luis Espert y Gabriel Bornoroni—, busca modificar la Ley de Contrato de Trabajo en cuatro áreas clave: régimen de horas extras, vacaciones, sistema de indemnizaciones y nuevas modalidades laborales, con el objetivo declarado de reducir costos laborales y combatir la informalidad, que afecta al 37% del mercado según el INDEC.
¿Adiós a las horas extras pagas?
Uno de los puntos más controvertidos es la eliminación del pago adicional por horas extras. El proyecto propone que las horas trabajadas fuera del horario habitual puedan ser compensadas mediante bancos de horas o francos, en lugar del tradicional pago al 50% o 100% sobre la hora normal.
Según una encuesta de Zuban Córdoba, el 88,5% de los encuestados rechaza esta medida, mientras que solo un 6,7% la aprueba. El rechazo generalizado refleja el temor a una mayor carga laboral sin la correspondiente compensación económica.
Cambios en el régimen de vacaciones
En cuanto a las vacaciones, la reforma introduce la posibilidad de otorgar los días de descanso en cualquier momento del año, incluso hasta el 30 de abril del año siguiente al que correspondan. También se habilita al empleador a fraccionar las vacaciones y a informar el período con un mínimo de 21 días de antelación.
Además, se propone que los matrimonios que trabajen en un mismo establecimiento puedan tomar vacaciones en el mismo período. Estos cambios son aprobados por el 30,9% de los encuestados, pero el 60,1% los rechaza por considerar que flexibilizan en exceso el derecho al descanso.
Indemnizaciones: se propone un fondo empresarial
En materia de indemnizaciones, el Gobierno plantea la creación de un fondo de cese laboral financiado por las empresas, que reemplazaría al sistema actual de pago por despido. Según el bloque oficialista, esta medida busca dar previsibilidad a los empleadores y alinear el régimen con estándares internacionales, aunque críticos advierten que podría debilitar la protección del trabajador frente a despidos arbitrarios.
Teletrabajo y nuevas modalidades
La reforma también introduce disposiciones sobre teletrabajo, garantizando el derecho a la desconexión digital y estableciendo la obligación del empleador de proporcionar las herramientas necesarias. Asimismo, se permite combinar trabajo presencial y remoto según acuerdo entre las partes.
Otros puntos destacados
- Nuevos plazos: se establece un plazo de 30 días para impugnar sanciones disciplinarias del empleador.
- Beneficios sociales: servicios como gimnasio, celulares o internet no serán considerados parte del salario, por lo tanto no generarán aportes.
- Recibos de sueldo: deberán detallar con mayor precisión todos los conceptos abonados.
- Pago por enfermedad: cuando el salario incluye comisiones, se calculará según el promedio del último semestre.
Fuerte rechazo sindical
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) manifestaron un rechazo rotundo al proyecto, al considerar que implica un retroceso en derechos históricos conquistados por los trabajadores. En contrapartida, desde el oficialismo aseguran que las reformas son necesarias para fomentar el empleo registrado y atraer inversiones.
Con un Congreso aún polarizado y la presión de las organizaciones gremiales en las calles, el futuro de la reforma laboral continúa siendo incierto, pero su impacto —de aprobarse— será profundo y estructural para el mercado laboral argentino.