Uno de los problemas de salud pública es el deterioro de la función cognitiva en los adultos mayores y se estima que para el 2050 aumentará 153 millones de personas.
En la actualidad no existe ninguna terapia eficaz disponible para revertir el deterioro cognitivo o tratar la demencia.
Sin lugar a dudas, identificar poblaciones de alto riesgo y factores de riesgo modificables es crucial para formular intervenciones de salud pública y promover un envejecimiento saludable.
Según un estudio encabezado por el doctor Yanzhi Li, publicado en JAMA Network Open, tener un animal de compañía o mascota se asocia con tasas más lentas de deterioro cognitivo entre los adultos mayores que viven solos.
En el Estudio Longitudinal Inglés sobre el Envejecimiento, exploraron la asociación entre tener un animal de compañía y el deterioro cognitivo entre 7.945 participantes de edad media, 66,3 años.
Los investigadores encontraron que tener un animal de compañía se asoció con tasas más lentas de deterioro de la cognición verbal compuesta, la memoria verbal y la fluidez verbal entre las personas que vivían solas, pero no entre las que vivían con otras personas. La presencia de estos animales contrarrestó la asociación entre vivir solo y la disminución de las tasas de memoria y fluidez verbal.