Roblox se ha convertido en una de las plataformas digitales más populares entre niños y adolescentes de todo el mundo. Con más de 200 millones de usuarios activos mensuales, este espacio permite crear, compartir y jugar en miles de mundos virtuales desarrollados por los propios usuarios. Sin embargo, su enorme atractivo también despierta preocupación sobre el uso prolongado, la exposición a contenidos inapropiados y la necesidad de acompañamiento adulto.

El principal encanto de Roblox radica en su capacidad para estimular la creatividad. Los jugadores pueden diseñar sus propios juegos, desarrollar personajes y programar experiencias interactivas, fomentando el pensamiento lógico y la imaginación. Además, muchos niños encuentran en la plataforma un lugar para socializar, colaborar y aprender sobre tecnología de forma divertida.
No obstante, expertos en educación y psicología advierten que Roblox, como cualquier entorno en línea, requiere supervisión. Algunos riesgos detectados incluyen el acceso a salas con contenidos no aptos para menores, la posibilidad de interacciones con desconocidos y la exposición a la lógica de compras virtuales que pueden incentivar el consumo impulsivo.
La clave, señalan los especialistas, está en el acompañamiento: conversar con los hijos sobre lo que hacen en el juego, establecer tiempos de uso razonables y activar las herramientas de control parental que la plataforma ofrece. De esa manera, Roblox puede transformarse en una experiencia educativa, creativa y segura.
En un mundo cada vez más digital, comprender y participar de los intereses tecnológicos de los más jóvenes es esencial para guiarlos con responsabilidad y empatía.