Como es la visión de política ambiental de Massa y Milei, ¿estado o mercado?

Noviembre estará marcado por el papel que cada uno le otorga a la intervención estatal o al libre albedrío de la economía. Durante la campaña, el medioambiente no ocupó un lugar preponderante en las agendas de los candidatos.

La discusión política de lo que piensa cada uno de los dos candidatos presidenciales respecto al cuidado del ambiente está marcado por el lugar que les otorgan a los dos grandes actores: el Estado o el Mercado.

Para Sergio Massa, del peronismo, hay una necesidad de intervención estatal y de atender a esa agenda; para el libertario Javier Milei ese tópico de discusión no existe: incluso lo niega, ya que dijo en reiteradas oportunidades que, por ejemplo, el calentamiento del planeta es un “cuento el marxismo cultural”.

Sobre esa diferencia se basa la mirada política de cada uno de los dos competidores por la Casa Rosada.

La agenda ambiental casi no apareció en los largos meses preelectorales, ni antes de las Paso ni en el lapso que siguió y que terminó el domingo por la noche, con la conformación final de la dupla que competirá en pocas semanas por dirigir los destinos de la Argentina.

Eso se notó, por ejemplo, a la hora de establecer el menú de temas para los dos debates televisivos, que obviaron el tema hasta que la propia ciudadanía presionó para que tuviera un espacio, aunque fuera mínimo.

Durante el segundo debate apareció el eje “Vivienda, desarrollo humano y medioambiente”. Esa noche, Sergio Massa se tomó algunos minutos para hablar del tema y tras retomar el concepto de “casa común” del Papa Francisco, dijo que hay que cambiar el código penal para que empiecen a existir los delitos ambientales y puedan recibir penas de entre 3 y 5 años y mencionó el desafío de apostar a las energías renovables y desarrollar el hidrógeno verde.

Por su parte, Milei mencionó que el desarrollo humano está relacionado con la educación, la longevidad y los ingresos, y que eso a su vez está atado a la libertad económica. Sobre el final, la candidata de la izquierda Myriam Bregman le dijo que negaba el cambio climático, el libertario aseguró que no lo niega, pero que “no existe responsabilidad humana”, a pesar de que la ciencia ya ha demostrado que el calentamiento del planeta se origina en la quema de combustibles fósiles, sobre todo.

Con respecto a que proponían Massa y Milei sobre cuestiones ambientales, el candidato de Unión por la Patria (Sergio Massa), en su plataforma propone desarrollar una política ambiental de adaptación y mitigación al cambio climático; impulsar la transformación de la industria petroquímica y acompañar el desarrollo de la minería sostenible, así como frenar la deforestación ilegal de bosques nativos y aumentar progresivamente el financiamiento previsto para la Ley de Bosques. También exigir a los países centrales cumplir con el compromiso de financiar en 100 mil millones de dólares a los países en desarrollo y el canje de deuda por naturaleza.

Por su parte, Javier Milei, quien se manifestó más de una vez como un negacionista del cambio climático (en declaraciones públicas dijo que considera que es “un invento cultural del socialismo”), aparecen algunas ideas generales sobre la agenda ambiental como la promoción de nuevas fuentes de energías renovables y limpias (solar, eólica, hidrógeno verde) y el fomento de centros de reciclaje de residuos y el cuidado del patrimonio marítimo.

Sin lugar a dudas que es una agenda urgente ya que la crisis ecológica que atraviesa el planeta como consecuencia de la acción humana (sobre todo por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas) no solo no da tregua, sino que parece acelerarse.

El año 2023 terminará como el más caliente a nivel global desde que hay registros: junio, julio, agosto y septiembre de este año han sido los más calurosos desde que hay mediciones, según datos difundidos por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el organismo de Naciones Unidas encargado de hacer el seguimiento científico del estado del clima global.

El pasado septiembre tuvo una temperatura superficial media global de 16,38 grados centígrados, con un valor de 0,5 grados por encima de la temperatura del septiembre más cálido anterior (que había sido en 2020) y alrededor de 1,75 grados más caliente para el mes de septiembre en comparación con el período de referencia preindustrial, que va de 1850 a 1900, superando con facilidad el umbral de +1,5 grados de aumento de temperatura global señalado por los científicos como el umbral al partir del cual lo que puede ocurrir con el clima se vuelve impredecible.