De Buenos Aires al mundo, la historia de una librería inclusiva que apoya el aprendizaje de niños con dificultades

Foto: Aire de Santa Fe

Desde hace 10 años, Laura González puso en marcha un emprendimiento basado en librería y juguetería con una particularidad: venta de productos que ayudan en las trayectorias educativas de niños, niñas y adolescentes neurodivergentes y que requieren de diversas herramientas para la adaptación del aprendizaje de la lectoescritura o la grafomotricidad.

La misma, esta ubicada en el barrio de Ciudadela, a unos 20 kilómetros del Obelisco en la ciudad de Buenos Aires; con el correr del tiempo el emprendimiento se posicionó como negocio inclusivo que hoy es muy buscado por las familias de distintos puntos del país.

Allí, concentra elementos que existen en el mercado y que no se encuentran fácilmente en un solo local o tienda virtual.

Foto: Aire de Santa Fe

Laura González, contó que empezó a entender las necesidades que le planteaban los clientes y decidió, desde su lugar, ayudarlos.

A la lista de productos que ofrecía en su negocio comenzaron a sumarse reglas para facilitar la lectura y espaciadoras, tijeras adaptadas a la diversidad motriz, lápices o grips ergonómicos que mejoran el agarre; muñecos de apego o diversos juguetes creados con materiales que estimulan los sentidos del tacto, visual, auditivo y sensorial, entre otros.

La ideadora del emprendimiento expresó que “la respuesta fue inmediata. Comencé a escuchar historias de mamás que me contaban que tenían un niño con autismo o dislexia y que necesitaban muchos elementos que no conseguían”.

Con esa inquietud y con las ganas de ayudar el trayecto educativo de los niños, Laura decidió ir a buscarlos y el negocio comenzó a cambiar. “En esa búsqueda encontré un cuaderno que existe hace mucho tiempo en el mercado, pero no se consigue. De hecho, fue un video contando que lo tenía que se hizo muy viral y por el que confirmé que estaba por un camino distinto al elegido por los demás comerciantes”, indicó.

Foto: Aire de Santa Fe

Laura afirmó que el canal de Instagram (@somosconfirma) fue y es una verdadera ventana al mundo, porque la contactan desde distintas provincias y hasta le han hecho encargos del exterior.

La comerciante detalló “nos pusimos como meta hacer videos para mostrar lo que teníamos en el negocio, claro que, con el fin de la venta, pero siempre apuntando a que el contenido sea divertido y cálido, quitando el drama para colaborar desde otro lugar”.

Además, agregó: “Le hablamos a la mamá o el papá que sabemos que está cansado de que traten a su hijo diferente, para que sepa simplemente que hay cosas que pueden transformar sus trayectorias educativas. Siempre desde un lugar de sugerencia y a la espera de encontrar juntos una solución a su dificultad”.

“Me encanta, me impulsa a seguir, pero también quisiera más empatía de parte de los mayoristas y más coraje de parte de los comerciantes, para que la inclusión sea parte de nuestra agenda”, sentenció, Laura González.