Franco Luciani trae al presente una denominación que usaban viajeros extranjeros del siglo XIX para referirse a artesanías vernáculas: Frutos del país. El armoniquista lo convirtió literalmente en el título de su nuevo disco, en este caso haciéndolo extensivo a nuestra cultura, a nuestros ritmos, a nuestros colores culturales y musicales. Y no solo a los ritmos y la música sino también a sus creadores, sus intérpretes y su gente, porque todos son frutos del país.
El flamante y undécimo trabajo del músico rosarino, publicado por Acqua Records, se estrenó vivo el sábado 15 de julio en Buenos Aires y el sábado 22 en Galpón 11, en Rosario. Ya disponible en todas las plataformas digitales.
Horneado casi a una toma también por el contrabajista Pablo Motta, el guitarrista Leonardo Andersen y el percusionista Bruno Resino, el disco hace honor a su nombre: destila criollismo por donde se lo escuche. Tanto en clásicos del acervo folklórico argento (“Chacarera del polear”, “La Yacu Chiri” o “Juntito al fogón”, entre ellas), como en piezas de su propia autoría que tal vez huelan a clásico cuando pasen los años: un bailecito llamado “Brasitas”, cuya autoría Luciani comparte con el poeta Oscar “Chico” Décima, y un gato instrumental de nombre “Gatónica”, en alusión a la sinergia semántica entre el género musical y la armónica diatónica con que Luciani lo ejecuta.