El 21 de julio de 1883 marca el inicio formal de lo que hoy conocemos como María Juana. En esa fecha, el Dr. Melitón Espinosa —propietario de los campos de la antigua colonia— recibió la aprobación oficial de la provincia de Santa Fe para lotear y vender sus tierras, dándole nacimiento a la localidad a través de su aprobación de traza, sin acta de fundación como muchas otras poblaciones de la región.
El nombre de María Juana fue elegido en honor a Juana Henderson, esposa de Espinosa. El “María” se agregó por decisión del propio fundador, al considerar que el nombre de pila solo era demasiado corto.
A partir de entonces, la historia empezó a escribirse con la llegada de inmigrantes italianos provenientes de San Carlos, quienes trabajaron la tierra con esfuerzo y esperanza, transformando el campo virgen en una próspera zona agrícola. En esos años, no había registro de pueblos originarios en la región, pero los primeros colonos debieron enfrentarse a los peligros que representaban los gauchos matreros que merodeaban el lugar.
Hoy, a 142 años de aquella traza fundacional, María Juana sigue creciendo sobre las bases del trabajo, la identidad y el arraigo de su gente.
