RECORDAMOS A RAMÓN NAVARRO

En ADN Argentino – Música Nuestra celebramos el cumpleaños de Don Ramón Navarro.

Con la provincianía a cuestas
Entrevista a Ramón Manuel Navarro

Nacido en La Rioja hace 82 años, es uno de los principales referentes del folklore nacional. Integró el grupo Los Quilla Huasi y de la mano de Atahualpa Yupanqui recorrió parte del mundo haciendo lucir lo mejor de nuestra música autóctona.

– No he perdido mi acento, ni los acentos internos, que son los más importantes y te marcan para siempre. Lo que uno tiene de la provincia no se va más. Vaya donde vaya uno, tiene que andar con la provincianía a cuestas, con la pachorra riojana, llevando siempre los pensamientos y sentimientos con uno.

La calidez, el talento, la música y una notable tonada provinciana conviven en el alma de don Ramón Manuel Navarro. Su oficina no puede ser otra cosa que el refugio de un músico. Dos grandes pinturas se imponen en las paredes: una muestra a un bandoneonista estirando exageradamente el fuelle de su instrumento; la otra es un colorido vidalero celebrando El canto del carnaval, como se titula la obra regalada por un artista amigo. Sobre su escritorio, protegidas por un vidrio, varias fotografías en blanco y negro retratan la tradicional fiesta chayera. Hasta la pantalla de su computadora habla de sus cariños y de su largo andar: allí se lo ve abrazado, guitarra de por medio, a otro de los referentes folklóricos de la provincia, su hijo homónimo.Aunque vive en la ciudad de Buenos Aires desde 1955, don Navarro todavía arrastra las erres, se adueña de las pausas, y de la tonada de sus raíces, y cuenta:

– Cuando éramos changuitos íbamos a mirar a los chacareros y a los que sembraban la tierra, cortábamos el pasto, veíamos cómo iba su maíz, cómo crecía la chacra, los zapallos y cada tanto se nos acercaban los tipos en sus carros cargados de leña.
Todas esas cosas se van metiendo en el alma inexorablemente. Y después, cuando querés hablar, las canciones tienen que ser sobre eso, porque es tu experiencia, es lo que nace de tu corazón. Es muy difícil que vaya por otro lado el asunto.Toda mi composición y mis canciones están inspiradas en eso. Cuando íbamos arriba de los cerros a visitar a la gente, se ponían a hablar verborrágicamente.
Claro, nunca pasaba nadie para hablar con ellos, pasaban mucho tiempo solos. Que alguien los visitara era una alegría enorme.

UN GRAN ESCUCHADOR

Durante once años Ramón Navarro integró junto con Atahualpa Yupanqui el conjunto Los Cantores de Quilla Huasi, que los llevó a recorrer distintos países del mundo.

– Aquel fue un grupo muy importante en su momento, señala. Luego formaría parte del grupo Arraigo, creado por él y su hijo. De todas sus obras como intérprete, autor y compositor, Navarro reconoce que La cantata riojana es la más importante, no sólo por haber sido interpretada en el Teatro Nacional Cervantes y en el Teatro Colón, sino porque según explica: – refleja nada más y nada menos que la historia de La Rioja.

¿Cómo se inició en la música?

– Desde chico fui un gran escuchador, me gustaba oír con mis otros changos.
Escuchábamos la radio con mucha alegría en aquel entonces, nos llegaban los programas de Buenos Aires, estábamos enamorados del tango, de las milongas. El primer instrumento fue la caja, el tambor para cantar la vidala, y después vino la guitarra. Cuando yo era joven aparecieron Los Beatles y sus bellísimas canciones. Pero jamás se me habría ocurrido a mí hacer algo que se pareciera a lo que hacían ellos, yo quería imitar más bien a mis paisanos, a Atahualpa Yupanqui. Por ahí escuchábamos un rato Los Beatles, pero apagábamos la radio y nos poníamos a tocar una chaya. Cuando agarraba una guitarra quería hacer una cosa como las de José Oyola, uno de los más grandes, o como las de Antonio Benítez, nuestro ejemplo a la hora de darles serenatas a las chinitas de La Rioja, que estaban lindas.

¿Su escuela, entonces, fueron aquellos ídolos?

– Te diría que sí. Mi formación es más intuitiva que académica. Siempre entendí las líneas melódicas como las líneas del dibujante que no sabe que sabe dibujar y un día agarra un papel blanco y crea una cosa maravillosa. La melodía es como el trazo del dibujante, uno traza una melodía que se puede silbar, tararear. Ahora, la mayoría de los changos no se quedan solamente con ese trazo intuitivo de la música, sino que estudian porque quieren saber por dónde va la armonía, es un complemento maravilloso. Con los años, viendo todo lo que estudió mi hijo y el músico extraordinario en el que se convirtió, me dieron ganas de empezar a leer partituras. Y ahora, más o menos arrimo la bocha. Así y todo sigo siendo muy autocrítico con mis canciones.

¿Cuándo se siente completamente realizado con una composición?

– La última palabra, con la que se cierra el círculo, es cuando alguien escucha nuestra obra y se conmueve. Lo más importante de todo es la devolución del público, sin que uno se proponga que la música le guste a otro. Nadie crea un éxito, el éxito se crea solo, es una consecuencia absolutamente misteriosa… por suerte. Hay canciones que se sostienen en el tiempo, que siguen sonando permanentemente y no se sabe qué las mantiene. Como si se tratara de un duende que permite la aceptación inmediata del público. Es ese duende quien lleva la canción de generación en generación de manera muy misteriosa.

¿Usted escribió una canción sobre duendes?

– Sí, una de las partes de La cantata riojana habla sobre los duendes, tomada del libro de Zacarías Agüero, Divinidades diaguitas. La Rioja es muy rica en este tipo de leyendas y eso puede verse, por ejemplo, en las cajas chayeras, siempre pintadas imitando el arte primitivo, representando las figuras del sol, la luna y las estrellas. Además de los dibujos, la consigna era que la cajita durara durante todo el carnaval. Ésa era la mejor garantía para encargarle a ese chango una caja para el siguiente carnaval y poder agradecerle a la Pachamama todos los dones recibidos.

RECONOCIMIENTO

La carrera musical de Ramón Navarro es por demás fecunda y su cosecha, que aún continúa, ha sido enorme. Ciudadano Ilustre de su ciudad natal, en 2005 recibió el Premio a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes, y en el mismo año la Cámara de Diputados de la Nación lo distinguió con el Reconocimiento Parlamentario a su Trayectoria.A pesar de las distinciones recibidas, Navarro no olvida la deuda histórica con quienes permitieron que él fuera quien es: ¿Siempre digo que no es el conjunto ni el solista quienes ganan prestigio por sí solos, sino que uno está respaldado por un pueblo, por una cultura. Y es eso lo que lo sostiene a uno en el escenario. La gente aplaude a toda una cultura, una forma distinta de conocer la música. Y si uno lo hace con propiedad, teniendo en cuenta la tradición que cada uno tiene encima, se da cuenta de que todo el pueblo acompaña en el escenario, uno no está solo.

Entrevista de Manuel Gutiérrez Arana