Expertos aseguran que es normal que las preocupaciones y los miedos afloren por la noche.
Una encuesta realizada a adultos de Estados Unidos en el mes de octubre de 2022, el 34% afirmó haberse sentido ansioso o nervioso en el último mes. Y el 32% afirmó que el estrés había provocado cambios en sus hábitos de dormir, incluida la dificultad para conciliar el sueño.
La doctora Sarah Chellappa, neurocientífica de la Universidad de Colonia, Alemania sostiene que “la pérdida de sueño suele ser precursora de trastornos de ansiedad, y la ansiedad conduce a la pérdida de sueño”.
Candice Alfano, directora del Centro del Sueño y la Ansiedad de Houston, de la Universidad de Houston, Texas, agrega que “la ansiedad puede aparecer en cualquier momento, pero probablemente resulte más intensa a la hora de acostarse”.
“La mayoría andamos increíblemente ocupados durante las horas de vigilia, pero a la noche, cuando estamos acostados en la cama, hay pocas distracciones respecto de los pensamientos que nos provocan ansiedad”, dice la doctora Alfano.
“Dado que dormir mejor ayuda a reducir la ansiedad, las buenas prácticas generales de higiene del sueño -como acostarse y levantarse a la misma hora todos los días y evitar pantallas y monitores antes de acostarse- pueden ayudar”, afirma Alfano.
Se ha demostrado que la pérdida de sueño suscita más pensamientos ansiosos. En una investigación llevada a cabo en 2019 sobre 13 estudios publicados en la revista especializada Sleep Medicine Reviews, los investigadores concluyeron que el insomnio era un factor de predicción significativo de la ansiedad, entre otras afecciones de salud mental.
Algunos consejos para dormir mejor:
–Establece un límite para la cafeína: el tiempo en que la cafeína se reduce a la mitad en el organismo es de aproximadamente cinco horas, lo que significa que si tomas una taza de café de 200 cm3 a las 16:00 hs, a las 21:00 hs todavía vas a tener el 50% de la cafeína de esa taza en el cuerpo. Considera la posibilidad de tomar la última taza de café al menos 10 horas antes de acostarte.
–Pone tus preocupaciones por escrito: si tenés tendencia a pensar demasiado a la noche, tanto Candice Alfano como el doctor Rafael Pelayo, profesor de clínica psiquiátrica y ciencias del comportamiento en medicina del sueño en la Universidad Stanford y autor del libro “Cómo dormir”, recomiendan escribir en un diario al final del día. “Poner por escrito los pensamientos y tareas que compiten entre sí dentro tuyo puede evitar que los pensamientos reaparezcan más tarde”, explica Pelayo.
–Imagina algo que te atraiga: “Si te acostas pensando: ‘Odio mi trabajo, odio mi viaje al trabajo’, por supuesto que no vas a dormir bien”, destaca el especialista. Pero si te conseguís algo deseable en lo que puedas pensar para la mañana -un buen desayuno, un paseo-, vas a tener pensamientos positivos que pueden sustituir a algunos de los más negativos que te mantienen en vela”, señala.