El nervio vago: una vía clave para el equilibrio entre cuerpo y mente

En los últimos años, el nervio vago ha captado la atención de investigadores, médicos y especialistas en bienestar por su profundo impacto tanto en la salud física como mental. Pero ¿qué es y por qué es tan importante?

El nervio vago es el más largo del sistema nervioso autónomo y se extiende desde el cerebro hasta el abdomen, conectando órganos vitales como el corazón, pulmones, estómago e intestinos. Su función principal es regular procesos automáticos como la respiración, la digestión, el ritmo cardíaco y la respuesta inmune. Pero además, desempeña un rol fundamental en la conexión mente-cuerpo.

Uno de los aspectos más destacados del nervio vago es su influencia en el sistema nervioso parasimpático, que actúa como un freno natural del cuerpo, favoreciendo la relajación, el descanso y la recuperación. Cuando el nervio vago está activo, disminuye la frecuencia cardíaca, baja la presión arterial y se reduce el estrés.

Numerosos estudios –como los publicados por la Universidad de Harvard y el Instituto Nacional de Salud de EE.UU.– han demostrado que una buena tonificación vagal está asociada con una mayor resiliencia emocional, menor ansiedad, mejor digestión, reducción de la inflamación y hasta mejor calidad del sueño.

Además, este nervio cumple un rol en la modulación de neurotransmisores como la serotonina, clave para el estado de ánimo. Por eso, estimular el nervio vago puede ayudar a combatir cuadros de ansiedad, depresión y estrés crónico.

💡 ¿Cómo podemos estimularlo de manera natural?

  • Respiración profunda y diafragmática (inhalar por la nariz, exhalar lentamente por la boca)
  • Meditación guiada y mindfulness
  • Yoga suave (especialmente posturas restaurativas)
  • Cantar, tararear o repetir mantras
  • Ejercicio físico aeróbico moderado (como caminar, nadar o andar en bicicleta)
  • Duchas frías o contrastes de temperatura
  • Masajes en la nuca, cuello o pies
  • Prácticas de gratitud y conexión social positiva

👉 Estos ejercicios activan el sistema parasimpático y mejoran la llamada tonicidad vagal, ayudando a que el cuerpo recupere su equilibrio natural y enfrente mejor el estrés cotidiano.

En tiempos donde las preocupaciones y el agotamiento impactan nuestra salud, el nervio vago se presenta como un aliado invisible pero esencial. Cuidarlo y estimularlo es cuidar de todo nuestro sistema: físico, mental y emocional.