


Rodolfo Cornalis junto a Osvaldo Ferrato y un grupo de amigos hace un par de años (en plena pandemia) comenzaron en Garibaldi un emprendimiento llamativo; armaron un viñedo orgánico.
Pusieron en media hectárea más de 1.200 plantas que ya están dando sus frutos y con las cuales están empezando a elaborar los primeros vinos.
Todo se hace a mano. Desde la cosecha de las diferentes variedades de uva, el despalillado, estrujado, maceración y fermentación en toneles de plástico, para luego continuar con el prensado y la fermentación para lograr el preciado elixir.
Dialogamos con “Vadi” Ferrato, quien nos contó como empezó el proyecto y la sorpresa de la primera cosecha.