Un reciente estudio ha revelado un intrigante hallazgo en dos pinturas rupestres ubicadas a más de 14.000 kilómetros de distancia, una en Caxingó, Piauí, Brasil, y la otra en Bhopal, Madhya Pradesh, India. Ambas pinturas, aunque separadas por vastos océanos y continentes, presentan una sorprendente similitud en su diseño: 13 líneas o vectores que convergen hacia un punto central. Este tipo de configuración ha llevado a los investigadores a preguntarse si podría haber algún tipo de conexión cultural o simbólica entre los pueblos que realizaron estos dibujos prehistóricos.
Una coincidencia intrigante o un simbolismo universal
La similitud en el diseño ha despertado el interés de arqueólogos y antropólogos de diversas partes del mundo, quienes sugieren que estas representaciones podrían ser un símbolo universal, reflejando conceptos comunes de unión, convergencia o incluso espiritualidad en comunidades prehistóricas distantes. Aunque no existe evidencia de contacto directo entre los antiguos habitantes de Brasil e India, este patrón en ambas pinturas abre la posibilidad de un simbolismo compartido.
Las pinturas y su datación
Las pinturas de Caxingó, en Brasil, están en una región conocida por su rica historia en arte rupestre, destacándose otros ejemplos en la Serra da Capivara, famosa por tener una de las concentraciones más antiguas de pinturas rupestres en América. Los expertos estiman que las pinturas de esta zona tienen entre 10.000 y 12.000 años de antigüedad, aunque aún no se ha datado con precisión la pintura específica de Caxingó. En India, la región de Madhya Pradesh alberga el sitio arqueológico de Bhimbetka, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que contiene representaciones rupestres que se remontan a unos 30.000 años, proporcionando un contexto que podría ayudar a datar la pintura de Bhopal.
Interpretación y estudios futuros
Investigadores de ambos países ya han iniciado colaboraciones para analizar las técnicas, materiales y simbología de estas pinturas. La comparación detallada podría arrojar luz sobre posibles conexiones en el pensamiento y el arte entre culturas de distintos continentes durante el periodo prehistórico. Además, las tecnologías modernas como el análisis de pigmentos y las dataciones por carbono-14 podrían ayudar a determinar la antigüedad exacta de ambas pinturas, aportando más información sobre su posible conexión.
Este descubrimiento es un recordatorio de cómo, a través del tiempo y la distancia, el ser humano ha compartido y expresado ideas similares, plasmándolas en el arte rupestre que hoy continúa revelando misterios sobre la vida y la visión del mundo de nuestros antepasados.