La quinoa es un cereal que contiene más proteínas que la mayoría de los alimentos vegetales y es una alternativa ideal ante el cambio climático.
La quinoa es un cereal de grano que tiene entre sus ventajas que es libre de gluten y que es un ingrediente versátil para adoptar en recetas tanto dulces como saladas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la quinoa “es un cultivo de alto valor nutritivo que contiene más proteínas que la mayoría de los demás alimentos vegetales. Es ligera, sabrosa y fácil de digerir, y tiene un sabor delicado, descrito a menudo como similar a las nueces. Su textura añade sabor a casi cualquier receta”.
Además, para el organismo, “en el contexto del cambio climático, la quinoa es una alternativa para aquellos países que sufren de inseguridad alimentaria”, ya que, entre otros aspectos, es rico en proteínas, carbohidratos, fibra, vitamina C y E, complejo B, omega 6, omega 3, potasio, calcio y hierro. Entre sus múltiples beneficios se destaca que reduce el colesterol malo y que, pese a la alta cantidad de carbohidratos que contiene, presenta un índice glucémico bajo.
La quinoa, por su elevado contenido proteico y vitamínico, mejora la musculación y previene la celulitis y estrías. En el mismo sentido, es ideal para las personas que tienen la piel seca, porque es una fuente de hidratación.
La nutricionista Romina Pereiro dijo que, entre los beneficios, “la quinoa es libre de gluten. Por este motivo, se convirtió en un ingrediente fundamental en la dieta de los celíacos. Asimismo, es una bomba de minerales, como calcio, magnesio, potasio, hierro y zinc; contiene vitaminas y es una fuente inigualable de hierro; por lo que está recomendado en dietas vegetarianas o veganas. Al tener alto contenido de omega 3, es un alimento protector cardiovascular y antiinflamatorio”.
En segundo lugar, la profesional en nutrición apuntó: “Por su alto contenido en fibras, es una propuesta más que acertada para estimular el tránsito intestinal, generando una correcta evacuación y depuración. Al permanecer más tiempo en el estómago, la quinoa aumenta la sensación de saciedad, una característica fundamental para regular las ingestas y facilitar el descenso de peso. Y además regula el pasaje de glucosa a la sangre, lo que evita los picos de glucemia y favorece a las personas con diabetes”.
En cuanto a cómo consumir quinoa, Pereiro explicó que “es fundamental lavar las semillas siete veces para eliminar la saponina, una arenilla de sabor amargo que produce la planta y para la cocción hay que hervirla durante 20 o 25 minutos, o hasta cuando las semillas desprendan un arito o sombrerito”.
Según la nutricionista, “con la cocción, duplicará su volumen. Al presentar un sabor neutro y suave, puede incorporarse en preparaciones saladas y dulces. También se usa en salteados, sopas, ensaladas, guisos, panes, tortas, brownies, muffins, galletitas, pastas frescas, pizzas y elementos de pastelería”.