La utilización de insumos de base biológica y de un sistema productivo atado al manejo y al equilibrio natural y no a insumos químicos son algunas características de esta forma de producir alimentos.
Por causas como la crisis climática y las negativas del modelo agroindustrial “convencional” (insumos químicos en dólares, problemas en los suelos, pérdida de biodiversidad), la agroecología no para de crecer en la Argentina.
Según los datos del último Censo Nacional Agropecuario, existen 2.324 explotaciones agrícolas que hacen agroecología en el país, sobre un total estimado de 250 mil explotaciones.
Cada septiembre se celebra el mes de la agroecología: cuatro semanas durante las cuales se abre la puerta a una verdadera construcción colectiva de actividades en todo el país que van desde ferias hasta charlas, pasando por visitas a huertas, chacras y campos.
Estas actividades están organizadas por la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (Renama), la Sociedad Argentina de Agroecología (SAAE), la Dirección de Agroecología de Nación, el INTA, el Instituto de Agricultura, Familiar, Campesina e Indigena (INAFCI) y el Programa Cambio Rural.
Desde la organización explicaron que “el mes de la agroecología tiene como objetivo visibilizar el trabajo realizado por productores, agricultores, municipios, organizaciones sociales e instituciones educativas y de investigación, llamando a la autoorganización de diversas acciones durante todo el mes de septiembre”.
Cabe destacar que en este link https://linktr.ee/mesdelaagroecologia pueden consultarse todas las actividades previstas y obtener mayor información.
El Renama es una red que nuclea a municipios, comunas, organizaciones y profesionales de todo el país que quieren promover la agroecología como forma de producción y forma de entender la relación con la naturaleza.
Esta red nació en el año 2016 por iniciativa de un grupo de ingenieros agrónomos, médicos y referentes socioambientales, con el objetivo de que cada vez más localidades adopten un modelo productivo respetuoso de la salud humana y el ambiente.
El objetivo es impulsar una alternativa al modelo agroindustrial que rige en nuestro país desde mediados de los años 90, cuyos fundamentos son las semillas transgénicas y los agroquímicos.
Para quienes defienden y promueven la agroecología, el modelo convencional tiene falencias ambientales y costos crecientes, porque usa insumos dolarizados.
La producción agroecológica tiene como ejes el diseño y la gestión de los sistemas agrícolas, pensados para minimizar recursos externos como fertilizantes, semillas, agroquímicos y combustible para priorizar las relaciones ecológicas que ocurren dentro del propio sistema.
La intención es lograr un balance entre ingresos y nutrientes, ya que las unidades productivas deben observarse como ecosistemas complejos y autosustentables.
Algunos de los principios sobre los que se basa son el cuidado del suelo y la prevención y el control natural de plagas y enfermedades a través de corredores biológicos, zonas de refugio para fauna benéfica, el uso de biopreparados, el uso de plantas repelentes y la conservación de depredadores naturales.