Nexting en un término derivado del ingles “next” que significa “lo siguiente”. Las personas que padecen nexting son aquellas que planean todo el tiempo nuevos proyectos sin disfrutar de ninguno. Es decir, formulan una serie de actividades y van “tildando” cuando las concretan casi de manera compulsiva, sin disfrutar plenamente de lo que hacen.

Mientras están viviendo un plan, ya están pensando en el siguiente, (the next) que debe ser mejor, ya que el que están atravesando no es lo que esperaban. El resultado es un vivir en constante insatisfacción. La emoción se concentra en lo que está por venir y no en lo que está sucediendo. Vivir en constante insatisfacción puede derivar en angustia y depresión.
La licenciada Gabriela Martínez Castro, psicóloga especialista en Trastornos de Ansiedad y directora de Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), expresó: “Nexting es tener pensamientos permanentemente sobre proyectos que vamos a realizar antes de hacerlos y al concretarlos no los podemos disfrutar porque ya estamos pensando en el que sigue, con lo cual estamos sintiéndonos todo el tiempo insatisfecho”.
Por otro lado, Cinthia Ortiz, psicoterapeuta coordinadora del Equipo de Ansiedad de Fundación Aiglé, explicó: “para quien experimenta nexting lo emocionante o excitante siempre es lo que sigue por conseguir y no lo que está sucediendo en el momento. Frecuentemente, una vez que lo logra no disfruta plenamente de ello porque ya está pensando en lo siguiente y, a su vez, experimenta cierta insatisfacción porque la consecución del objeto o plan deseado no reproduce al ciento por ciento el escenario idealizado y termina con la ilusión construida en torno al mismo”.
El nexting tiene una explicación científica, el doctor Mitch Abblett, psicólogo, exdirector clínico en Harvard, explica que detrás de esta anticipación compulsiva hay un mecanismo de nuestro cerebro en busca del placer. Al hacer planes que ilusionan se segrega dopamina, una de las hormonas del placer. En busca de más dopamina nos imponemos el próximo plan. Pero lo siguiente “puede resultar ser ansiedad, insatisfacción y una desconexión del presente”, escribió en su artículo en la revista Psychology Today
Las consecuencias de esta conducta es revelar una ansiedad que tiene sus efectos a nivel psicológico. Al respecto, Martinez Castro expresó: “Claramente, las consecuencias tienen que ver con la frustración, con no poder vivir el momento presente mientras sucede; con estar permanentemente habitando un futuro que es incierto, porque nunca ocurrió y esto nos hace vivir otra realidad que no ha pasado y tampoco la que está sucediendo en el momento”.
La psicóloga advirtió que el nexting puede presentarse inicialmente de manera aislada y derivar en distintos tipos de manifestaciones psicopatológicas como compras compulsivas, ludopatía o depresión.
En cuanto a cómo afrontar el nexting, la licenciada Ortiz señaló que en primera instancia hay que tomar conciencia de que el nexting es un mecanismo disfuncional, que conlleva un placer inmediato al que hay que poder renunciar en post de un mayor bienestar y satisfacción personal.
“Actualmente es habitual estar en la sala de espera de un médico y ‘aprovechar’ para mandar mensajes y resolver temas de trabajo o mirar redes sociales que incluyen publicidades de cosas que nos interesan. Y no es que ello en sí mismo sea negativo, pero al final del día quizás todos nuestros momentos de ocio fueron tomados por estas actividades, o incluso, dejamos de hacer cosas cotidianas o las realizamos con el celular en la mano. Es de esta manera que nuestro presente se va empobreciendo y solo queda el placer de fantasear con lo que viene. Son estos comportamientos los que tendríamos que poder comenzar a limitar”, recomendó Ortiz.
Por su parte, Martínez Castro dijo que aprender a disfrutar el presente es la mejor manera de afrontar el nexting.
Ortiz afirmó que para disfrutar del presente primero hay que conectar con él, aceptando todo lo que trae, incluyendo el aburrimiento, la espera y el malestar o incomodidad. Y completó: “Creo que para que el presente sea disfrutable también tiene que tener un sentido personal, debe estar alineado de algún modo con quienes somos y lo que esperamos de la vida. La psicoterapia puede ser de ayuda si hay algo que revisar, redefinir o reorganizar”.
La licenciada María Cristina Díaz, especialista en mindfulness del Departamento de Psicoterapia de INECO expresó que “la práctica del mindfulness o atención plena tiene notables beneficios: permite que nos enfoquemos en el momento presente y conectemos con lo que estamos haciendo y con lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Además, realizarla con frecuencia nos ayuda a regular las emociones”.
La manera más fácil y eficaz de comenzar a practicarlo es simplemente focalizar nuestra atención en la respiración, sintiendo cada inhalación y cada exhalación, conectando con las sensaciones que van surgiendo momento a momento. Sintonizar con la respiración, dijo la licenciada Díaz, nos lleva inmediatamente al aquí y ahora, anclando la mente a este proceso básico, rítmico y fluido de la vida.





