La crisis golpea a la lechería: cierran tambos y se agrava el panorama de SanCor y La Serenísima

El sector lácteo argentino atraviesa uno de sus momentos más críticos en años. Mientras SanCor enfrenta el riesgo inminente de quiebra y La Serenísima atraviesa tensas negociaciones por su control accionario, el cierre de tambos continúa en aumento, reflejando la fuerte caída en el consumo de leche y derivados.

Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), actualmente hay 9.079 tambos activos, un 5,5% menos que en abril del año pasado. Solo en los primeros meses de 2025, cerca de 50 establecimientos cerraron sus puertas. Si esta tendencia se mantiene, el año podría cerrar con una disminución del 1,6% en la cantidad de tambos, una baja algo menor que el promedio de la última década (-2,4% anual).

La mayor parte de la producción continúa concentrada en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos, donde se ubica más del 91% de los tambos. Sin embargo, el tamaño promedio de estos establecimientos sigue achicándose: los grandes tambos, con más de 500 vacas, representan solo el 6,5% del total pero generan más de un tercio de la leche del país; en cambio, un tercio de los tambos trabajan con menos de 100 vacas.

Desde Caprolecoba, la cámara que nuclea a productores de Buenos Aires, señalaron que las industrias aún no muestran señales claras de recuperación. “Es momento de mejorar los precios que vienen cayendo en términos reales. Hay margen para hacerlo, no podemos seguir postergándolo”, expresaron.

SanCor, en tiempo de descuento

La situación de SanCor es crítica: a fin de mayo vence el plazo para que los acreedores verifiquen los créditos de la cooperativa, lo que abrirá el camino para establecer el monto final de su deuda, estimada en unos 400 millones de dólares.

Hoy, la producción de SanCor se encuentra en niveles históricamente bajos, con apenas 60.000 litros diarios, una cifra ínfima comparada con los 4 millones que procesaba en su época de esplendor. Además, la empresa continúa achicando su plantel de personal, que cayó de 1.350 a 850 trabajadores en el último año.

La Serenísima y la puja entre Arcor y Danone

Por su parte, La Serenísima también atraviesa una etapa definitoria. En menos de un mes, los accionistas de Mastellone deberán decidir si aceptan la oferta presentada por el binomio Arcor-Danone para quedarse con el 49% restante de la compañía.

La oferta, sin embargo, generó tensiones: el directorio de Mastellone la consideró insuficiente en comparación a las condiciones pactadas en el acuerdo firmado en 2015. Carlos Agote, CEO de la firma, formalizó la postura de la empresa ante la Comisión Nacional de Valores, dejando en evidencia que las negociaciones continúan trabadas.

Así, mientras dos emblemas de la industria láctea luchan por sobrevivir, el cierre de tambos suma preocupación a un escenario que promete seguir siendo difícil para el sector en lo que resta del año.