En el marco de la Feria de Ciencias 2024, los alumnos de los grados A y B de tercer grado de la escuela Domingo Faustino Sarmiento N° 398 han llevado adelante un importante proyecto titulado “AVUS en todos lados, el ambiente ha contaminado”, cuyo objetivo es generar conciencia sobre la contaminación ambiental causada por el mal desecho del aceite de cocina usado (AVUS).
El proyecto nació de una simple observación: varios bidones de aceite de cocina usado se encontraban acumulados fuera del comedor escolar. Intrigados por esta situación, los estudiantes comenzaron a formular una serie de preguntas que los llevaron a una investigación detallada: ¿Por qué se almacenaba ese aceite? ¿Qué se hacía con él? ¿Qué impacto tenía sobre el medio ambiente?
Descubrimientos y entrevistas
A lo largo del proceso, los estudiantes entrevistaron al personal de la cocina, quienes explicaron que el aceite usado es recogido por la comuna. Además, realizaron encuestas a las familias para averiguar cómo se deshacían del aceite de cocina. La mayoría admitió que lo tiraban en la bacha, el pozo séptico, la basura o incluso en la tierra, prácticas que resultan muy dañinas para el ambiente.
Para entender mejor las consecuencias de estas acciones, entrevistaron al plomero Alexis Quirós, quien les explicó que desechar el aceite en las cañerías puede provocar obstrucciones y contaminar el agua subterránea. Incluso, un solo litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua.
Posteriormente, dialogaron con la licenciada en Saneamiento Ambiental, Mariana Moyano, quien les brindó información valiosa sobre los efectos devastadores del AVUS en el ecosistema. Mariana explicó que, al entrar en contacto con la tierra o el agua, el aceite vegetal impide el crecimiento de plantas, contamina el agua subterránea y pone en peligro a los seres vivos.
Soluciones propuestas
La licenciada Moyano les enseñó a los alumnos cómo deben gestionar adecuadamente el AVUS. La recomendación es separarlo del resto de los residuos, almacenarlo en botellas plásticas bien selladas y llevarlo a los puntos limpios de la localidad, donde se depositan en tachos negros específicos para este tipo de residuos. El aceite luego es recogido y transportado a una planta en Rosario, donde se utiliza para producir biodiesel y glicerina, reduciendo su impacto ambiental.
Invitación a la comunidad
Los alumnos invitan a toda la comunidad a seguir estas recomendaciones para el desecho responsable del aceite de cocina usado. “Es fundamental que todos colaboremos en el cuidado del ambiente para mejorar nuestra calidad de vida”, afirmaron los jóvenes científicos, quienes esperan que su proyecto inspire cambios positivos en la sociedad.