El 25 de marzo de 1977, un año y un día después del golpe cívico-militar, el periodista y escritor Rodolfo Walsh publicó Carta abierta de un escritor a la junta militar. Ese mismo día fue baleado y secuestrado en el centro porteño por un grupo de tareas de la ex ESMA. Actividades y homenajes para conmemorar su vida y su compromiso, a 47 años de aquel día.
El 25 de marzo de 1977 Rodolfo Walsh había enviado por correo a las redacciones de los diarios argentinos y a corresponsales extranjeros la Carta abierta a la Junta Militar en la que denunciaba la censura de prensa, las desapariciones de personas, y el plan económico que condujo a lo que denominó la “miseria planificada”, preparado por los sectores dominantes desde hacía mucho tiempo y que fue puesto en marcha con el inicio de la dictadura cívico militar.
A tres meses de iniciado el golpe militar de 1976, Walsh creaba la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA) con el objetivo de “Derrotar el terror al acceso a la información de los que informan”. Y solicitaba:
“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.
Walsh nació en Lamarque, provincia de Río Negro, el 9 de enero de 1927. Llegó a Buenos Aires en 1941 para realizar sus estudios secundarios como pupilo en un colegio irlandés de Moreno (el Instituto Fahy), que es escenario de varios de sus cuentos como “Irlandeses detrás de un gato”, “Los oficios terrestres” y “Ese oscuro día de justicia”.
En 1950 obtuvo uno de los segundos premios del concurso de la revista Vea y Lea con su cuento “Las tres noches de Isaías Bloom”.
En 1956, por azar mientras jugaba al ajedrez, Walsh escuchó una conversación sobre los fusilamientos de José León Suarez. Así comenzó la investigación que resultaría en Operación Masacre.
En 1959, Walsh viajó a Cuba en plena revolución, y fue allí donde desarrolló su faceta periodística más exhaustiva en la Agencia Prensa Latina junto a Jorge Masetti, Rogelio García Lupo y Gabriel García Márquez. Su rol allí se volvió fundamental cuando descifró en total ocho teletipos de la CIA con información sobre un plan de Estados Unidos para invadir Cuba. De regreso a Argentina volviendo por España, Walsh consiguió una entrevista con Juan Domingo Perón (de la que quedó un cuento inconcluso) y afirmó que “manejaba el arte de la conversación”.
En la década del ’60, Walsh publicó las obras de teatro La granada y La batalla, y el libro Un kilo de oro. Le seguiría ¿Quién mató a Rosendo?, acerca del vandorismo. De 1968 a 1970 trabajó en revista Panorama y en Semanario CGT. Se adhirió a la militancia sindical peronista junto a su última compañera, Lilia Ferreyra.
Entrando en los ’70, Walsh ingresó en el peronismo de base. El “profesor Neurus” era uno de sus seudónimos. Su especialidad era descifrar códigos del área de Inteligencia. En 1973 se unió a Montoneros. Trabajó en el diario Noticias junto a Juan Gelman, Horacio Verbitsky, Paco Urondo y Miguel Bonasso.
Carta abierta a la Junta Militar: