Un hallazgo que hace historia: descubren en Catamarca una nueva especie de mamífero prehistórico

En lo más alto de la puna catamarqueña, a más de 3900 metros de altura, un grupo de científicos argentinos encontró una joya paleontológica: una nueva especie de mamífero herbívoro que vivió hace nada menos que 18 millones de años. El descubrimiento, liderado por investigadores del CONICET, fue publicado en la reconocida revista Journal of Systematic Palaeontology y representa un avance clave en el estudio de los mesotéridos, una familia extinta de ungulados sudamericanos.

Una reconstrucción de un mesotérido. Es muy probable que la nueva especie identificada haya sido parecida al animal de la imagen realizada por IA. (Crédito: Günther Ortiz Tempel / Ampliación: Imagen Ilustrativa Infobae)

Un fósil con historia Todo comenzó cuando un equipo de geólogos del IANIGLA-CONICET, en pleno relevamiento en la Formación Potrero Grande (Catamarca), se topó con un fósil atrapado en la roca. Era un fragmento de cráneo con dientes increíblemente conservados. Gracias al trabajo conjunto con el Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUGEO-CONICET/UNT) y la Fundación Miguel Lillo, el espécimen pudo ser rescatado y estudiado.

¿Cómo era este animal? Según explicó el investigador Matías Armella, se trataba de un animal excavador, comedor de plantas duras, que pesaba alrededor de 15 kilos. Sus dientes combinan características únicas tanto de los mesotéridos más antiguos como de los más modernos, algo nunca visto hasta ahora.

Este animal vivió hace aproximadamente 18 millones de años y se relaciona con los mesoterinos, un grupo extinto de mamíferos herbívoros sudamericanos (INSUGEO/ CONICET)

Un nombre con raíces andinas Los científicos lo bautizaron Ichhutherium wayra. El nombre fusiona términos quechuas: ichhu (pasto de puna) y wayra (viento), junto a therium, del griego “bestia”. Toda una oda a su tierra natal y al viento que sopla en esas alturas donde fue descubierto.

¿Qué son los mesotéridos? Se trata de un grupo extinto de mamíferos herbívoros que habitaron Sudamérica desde hace unos 30 millones de años hasta su extinción, hace apenas 70 mil. Combinaban aspectos de roedores, como el carpincho, y de marsupiales, como los wombats. Esta nueva especie aporta piezas clave al rompecabezas evolutivo de la región.

Un rescate en condiciones extremas El rescate del fósil no fue sencillo: temperaturas de -15 a 30°C, caminos inaccesibles y cinco días de expedición en plena puna. Sin embargo, la coordinación entre instituciones y el compromiso de los equipos permitieron no solo recuperar la pieza, sino también identificar otros posibles sitios fosilíferos en la zona.

Este descubrimiento no solo nos conecta con un pasado remoto, sino que pone en valor el trabajo científico argentino y su capacidad para explorar hasta los rincones más inhóspitos del país en busca de respuestas sobre nuestra historia natural.


Fuente: Bioguia.com