Magui lleva más de un año al frente de Usar y Reusar, una tienda zero waste que ella misma define como una “anti-tienda”. Con un enfoque práctico y realista, ha logrado conectar con una comunidad que busca reducir su impacto ambiental sin caer en la perfección inalcanzable.

Un camino sin atajos: compromiso y constancia
Hablar de sostenibilidad es fácil, pero aplicarla en el día a día requiere esfuerzo. Para Magui, la clave ha sido la naturalidad y la autenticidad en su comunicación. No sigue reglas estéticas en redes ni busca algoritmos, sino que comparte su propia experiencia, generando contenido útil y cercano.
“La vida sostenible no es divertida, requiere constancia, dedicación y mucho compromiso”, asegura. Su crecimiento en redes explotó cuando comenzó a hacer reels espontáneos, sin guiones complicados ni producción profesional, simplemente reflejando su día a día.
Del consumo desenfrenado a una vida sin residuos
La Magui de hace unos años difícilmente imaginaría su transformación. Compradora compulsiva, disfrutaba recorrer tiendas y terminar el día con un café en Starbucks. Su cambio comenzó en 2006, cuando junto a su pareja decidió dar el primer paso hacia un estilo de vida más ecológico.
El punto de partida fue la cocina: alimentos frescos, menos ultraprocesados y la eliminación de plásticos innecesarios. Con el tiempo, dejaron de ser ecologistas de sofá y se mudaron a un pequeño pueblo a las afueras de Barcelona, donde encontraron una comunidad que compartía sus valores.
Desafíos y logros en el camino hacia el zero waste
Para Magui, el mayor desafío ha sido reducir el consumo de carne. Como argentina, el asado es parte de su cultura y de momentos familiares, por lo que modificar este hábito no ha sido fácil.
En contraste, su mayor satisfacción es la comunidad que ha logrado construir. Su ebook “Limpiar no mola, pero si es fácil y sostenible sí” ha llegado a distintos países de Latinoamérica, ayudando a cientos de personas a reducir los tóxicos en sus hogares.
Consejos para una compra sostenible
Para quienes quieren comenzar pero no saben cómo, Magui recomienda:
✅ Ir paso a paso: No cambiar todo de golpe, sino empezar por pequeños hábitos.
✅ Elegir bien los productos: Investigar quién está detrás de las tiendas y asegurarse de que sus valores sean coherentes.
✅ Evitar el greenwashing: Muchas marcas hacen marketing ecológico sin realmente comprometerse con la causa.
¿Ha cambiado algo en los últimos 50 años?
Desde 1976, cuando en España se prohibió verter plásticos persistentes al mar, la legislación ambiental ha avanzado, pero las grandes empresas siguen sin cambiar sus modelos de negocio. Para Magui, el problema no es la falta de recursos, sino la falta de voluntad:
“Podrían transformar la industria, pero prefieren seguir ganando dinero sin educar al consumidor”.
Con su proyecto, Magui demuestra que el cambio es posible, siempre que haya compromiso, información y una comunidad dispuesta a construir un mundo más sostenible.
Fuente: https://lacarabuenadelmundo.com/