Las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires cerraron el 2024 con una fuerte caída en los ingresos por coparticipación federal, con una disminución promedio del 9,8% en términos reales en comparación con el año anterior. Santa Fe fue una de las más afectadas, con una pérdida estimada en $360.086 millones.
El impacto en las provincias
Si bien la baja en los recursos por coparticipación fue uniforme en todo el país, la provincia de Buenos Aires se vio especialmente perjudicada debido a una menor recepción de fondos provenientes de leyes especiales y compensaciones del Consenso Fiscal. En total, el distrito gobernado por Axel Kicillof sufrió una reducción de $1,05 billones, mientras que Córdoba perdió $347.327 millones.
Inflación y pérdida de ingresos
El impacto real de la caída de la coparticipación se sintió con mayor fuerza al comparar los montos con la evolución de la inflación. Según estimaciones de Politikon Chaco, la reducción total en los 24 distritos alcanzó los $4,2 billones, una cifra que deja en evidencia el deterioro del poder adquisitivo de los fondos provinciales.
Diciembre y un leve respiro
A pesar del balance negativo del año, diciembre mostró una leve recuperación con un aumento interanual del 1,4% en términos reales. Dentro de ese crecimiento, los fondos por coparticipación registraron un alza del 7,2%, lo que ayudó a compensar la caída en los recursos por leyes especiales (-15,4%) y por compensaciones del Consenso Fiscal (-57,2%).
Sin embargo, la provincia de Buenos Aires continuó en terreno negativo, siendo el único distrito con una caída interanual real en diciembre, del 6,1%.
Causas del deterioro
El desbalance en la coparticipación se explica principalmente por dos factores: la variabilidad en los ingresos por leyes especiales según el tributo aplicado en cada jurisdicción, y el impacto desigual de las compensaciones del Consenso Fiscal, que afectaron con mayor intensidad a algunas provincias.
A pesar de la leve mejora de diciembre, el panorama financiero para 2025 sigue siendo incierto, y las provincias deberán afrontar un escenario de ajuste en la distribución de recursos nacionales.