Llega el frío y se encienden las estufas: ¿cómo evitar la intoxicación por monóxido de carbono?

Con la llegada de las bajas temperaturas, las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes debido al aumento del uso de todo tipo de calefactores y artefactos para prevenir el frío.

El monóxido de carbono es un gas tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones, se acumula en el torrente sanguíneo y ocupa el lugar del oxígeno, reduciendo la capacidad de que las células puedan utilizar el oxígeno que les llega, afectando principalmente al cerebro y corazón.

En nuestro país, cada año mueren aproximadamente 200 personas como consecuencia de las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO), y se estima que ocurren 40.000 casos clínicos siendo la mayoría de ellos prevenibles y evitables, según la Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica.

Para evitar la intoxicación por monóxido de carbono, es necesario tener en cuenta algunas medidas de prevención:

-Revisar periódicamente las instalaciones de gas: la coloración amarilla o anaranjada de la llama de hornallas o estufas y la aparición de manchas de hollín o decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación o alrededor de ellos, son una señal para llamar a un especialista urgente y evitar la generación de gases en el hogar.

-Mantener abierta la ventilación: si bien las bajas temperaturas son difíciles de soportar, se debe mantener la casa ventilada, de forma que se tienen que abrir puertas y ventanas para permitir que entre aire fresco.

-No dormir con la estufa encendida dentro de la habitación es una recomendación básica para evitar la acumulación de gas durante las horas de sueño.

-Instalar detectores de monóxido de carbono: se debe cuidar que siempre esté en funcionamiento.

-Prestar atención si hay algún síntoma

El monóxido de carbono es un gas imposible de percibir, ya que no tiene color, olor, sabor y tampoco irrita las mucosas. De esta forma, una vez inhalado, se debe estar atento a los síntomas, ya que pueden ser percibidos como otra enfermedad.