Viernes Santo: una mirada profunda desde “Arpas Eternas” sobre la muerte de Jesús

Este Viernes Santo, los cristianos del mundo recuerdan la muerte de Jesús, un acontecimiento que trasciende lo histórico y religioso, para convertirse en un símbolo eterno de amor y redención. En su obra Arpas Eternas, la escritora argentina Josefa Rosalía Luque Álvarez ofrece una visión reveladora y espiritual de este momento, en la que se describe no solo el sacrificio físico del Maestro, sino su entrega consciente y voluntaria para elevar la humanidad.

Según Arpas Eternas, Jesús sabía con anticipación lo que ocurriría. No fue víctima del poder, sino un ser luminoso que aceptó su destino con compasión, sabiduría y firmeza espiritual, guiado por su misión de despertar el alma del ser humano. En el relato, se lo muestra sereno ante la injusticia, conectado profundamente con el Creador y rodeado por fuerzas espirituales que lo acompañaron en su tránsito.

La crucifixión, lejos de ser sólo un martirio físico, es presentada como el momento cumbre del cumplimiento de una misión cósmica, un acto de amor consciente que abrió puertas hacia una nueva comprensión espiritual. Jesús, en este relato, no muere vencido, sino victorioso, irradiando luz aún en medio del sufrimiento.

Este enfoque invita a los creyentes a vivir el Viernes Santo no solo como un recuerdo doloroso, sino como una oportunidad de reconexión interna, perdón y elevación espiritual. “La muerte de Jesús”, dice Arpas Eternas, “no fue el final, sino la gran apertura de los caminos del alma hacia la eternidad”.