Nuevo estudio advierte que vapear puede dañar los pulmones más de lo que se creía

Un reciente estudio científico realizado por la Universidad de California, Riverside (UCR) reveló que el uso de cigarrillos electrónicos podría ser más perjudicial para los pulmones de lo que se pensaba hasta ahora. Los investigadores detectaron nuevos compuestos tóxicos generados al calentar los líquidos utilizados en estos dispositivos, lo que representa un serio riesgo para la salud de quienes los utilizan con frecuencia.

Los expertos demostraron que dispositivos electrónicos de baja potencia también pueden producir niveles elevados de sustancias dañinas (REUTERS/Carlos Jasso)

El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Toxicology, analizó los efectos del propilenglicol, ingrediente principal de los e-líquidos, al ser sometido a altas temperaturas. Los científicos identificaron la formación de dos compuestos altamente dañinos: metilglioxal y acetaldehído. Ambos ya eran conocidos por su toxicidad en otros contextos, pero esta investigación demuestra por primera vez cómo afectan directamente a las células del sistema respiratorio humano durante el vapeo.

La autora principal del estudio, Prue Talbot, explicó que el metilglioxal “interfiere con las mitocondrias y debilita la estructura celular”, provocando un deterioro de funciones vitales como la producción de energía y la reparación del ADN. Además, los resultados mostraron que este compuesto puede ser aún más tóxico que el acetaldehído, incluso en dosis más bajas.

Otro hallazgo preocupante fue que los dispositivos electrónicos de baja potencia, que suelen considerarse menos peligrosos, pueden producir niveles aún más elevados de metilglioxal. “Es un mito pensar que los equipos pequeños son más seguros. En realidad, pueden liberar más compuestos dañinos”, advirtió Man Wong, primer autor del estudio.

Los investigadores observaron alteraciones en la estructura y función de las células pulmonares incluso tras exposiciones breves, lo que sugiere que los efectos del vapeo podrían acumularse con el tiempo y derivar en problemas respiratorios crónicos o daño celular irreversible.

La investigación fue respaldada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, y contó con la participación de científicos de alto nivel en toxicología y biología celular.

Desde la comunidad científica, el llamado es claro: revisar los estándares de seguridad de los cigarrillos electrónicos y difundir información basada en evidencia sobre sus efectos reales. “Las alteraciones celulares detectadas son signos de estrés e injuria que podrían contribuir a problemas de salud a largo plazo si la exposición se repite con el vapeo”, concluyó Talbot.